viernes, 11 de mayo de 2018

Mayo 2018. Antequera - El Torcal - Laguna de Fuente de Piedra

VIAJE TOTAL: 356.6 km; 10.7 l/100 km; 1 noche - área gratuita


     Nos habían hablado muy bien de esta área y de la ciudad en sí, así que por cercanía aprovechamos un fin de semana corto para visitarla. En realidad se trata de un aparcamiento, relativamente cerca del centro, reservado para autocaravanas y con los servicios necesarios en cuanto a agua, no dispone de conexión eléctrica, está abierta y carece de ningún tipo de sombra, por lo que en breve, por el calor,  va a resultar difícil estar en ella durante el día. No obstante, muchos ayuntamientos deberían aprender de estas iniciativas.

     En cuanto a la visita, sobran las palabras, sin duda merece una visita, pasear por sus calles, visitar la Alcazaba y sus iglesias, degustar su gastronomía. Animo sin ningún tipo de dudas a todo el mundo a visitar Antequera, incluyendo sus Dólmenes. 














     A la mañana siguiente nos dirigimos hacia El Torcal, salimos muy temprano para poder subir hasta el aparcamiento del centro de visitantes, cuando está lleno cierran el acceso inferior y hay que subir los últimos 3 km andando o en autobús de pago. La subida con la Autocaravana sin problemas siempre que no te cruces con algún autobús o incluso coches, no hay sitio para 2 vehículos.



     Todo un acierto, buen aparcamiento con inmejorables vistas para un buen desayuno, como no, a base de molletes de Antequera. Hicimos el recorrido amarillo, un lugar impresionante, tan cerca de Sevilla y no lo habíamos descubierto. Lo recomiendo sin lugar a dudas.





















      Después de un buen almuerzo al solito y con buenas vistas, nos dirigimos de vuelta a Sevilla haciendo una breve parada en la Laguna de Fuente de Piedra para ver los Flamencos, lugar muy bonito pero un poco decepcionante la visita, mejor dicho la explicación de la visita, el primer mirador está a la espalda del Centro de Visitantes, muy buenas vistas pero muy lejos de los flamencos, el segundo mirador nos lo indicaron a más de 2 km, lo que no nos dijeron era que el sendero discurría muy lejano a la laguna y a pleno sol paralelo a una carretera, total, paliza de andar con mucha calor, teniendo la opción de haber llegado por carretera, cosa que hicimos posteriormente.






 

Abril - Mayo 2018. Chipiona - Rota

VIAJE TOTAL: 274 km 9.6 l/100 km; 3 noches aparcamiento

     Nuestra intención era quedarnos en el Área AC Chipiona, pero cuando llegamos estaba completamente vacía, nadie a quien preguntar, solo una máquina donde registrase y realizar el pago, muy poca, o mejor dicho, ninguna información. Justo enfrente vimos que había gran número de Autocaravanas aparcadas, se nos acercó un autocaravanista británico y nos informó que en el aparcamiento cercano se podía pernoctar sin problema, que se podía coger agua de una fuente cercana y se podían vaciar en un alcantarillado municipal disponible y permitido por el ayuntamiento.


     Buen lugar, gratuito pero no regulado ni acondicionado, preferiría tener que pagar algo, no la excesiva cantidad del área, 9,50€ aparcar hay que abonar por utilizar el agua y desagüe, pero si algo para disponer de los servicios necesarios, como la toma de agua y el vaciado de aguas grises y negras.

     El sitio desde luego está bastante bien, justo enfrente de la playa y muy cercano al centro del pueblo.


 



     Tras dos días en Chipiona nos dirigimos hacia la cercana localidad de Rota donde nos informaron que había una buena área de autocaravanas con todos los servicios disponibles y gratuito. Buen acceso, pequeña pero justo al lado hay un aparcamiento gratuito donde está permitida la pernocta, así que tras descargar aguas grises y reponer agua limpia nos fuimos al aparcamiento, más tranquilo y justo al loado de la playa y del paseo de maderas que hay hasta llegar al pueblo, un poco lejano pero se hace corto por el entorno por el que discurre.


      Buenas playas y agradable pueblo para pasear y conocerlo, por lo menos en esta época, no sé como estará en plena época veraniega. Sorprendente la vista de los famosos corrales cuando la marea está baja.