1º día: Sevilla - El Rocio; Camping La Aldea
Camping La Aldea
Toca mudanza de todos los chismes de la caravana, parece increíble la de cosas que se pueden llegar a acumular al cabo de los años, creo que sería bueno vaciar la caravana por completo una vez al año, se ahorraría mucho espacio y peso.
Decidimos hacer una pequeña excursión y matamos 2 pájaros de un tiro, por un lado experimentamos la sensación de conducir la auto-caravana y por otro buscamos los espacios y los huecos en un entorno tranquilo y disfrutando del aire libre, así que partimos destino El Rocio.
La conducción, como explicarlo, toda una experiencia, no me atrevo a pisar el acelerador, la sensación tremenda, estaba acostumbrado a llevar un conjunto de más de 12 metros con un monovolumen, pero esta sensación de gran volumen es impresionante, los espejos enormes...
No me ha dado tiempo ni de cambiar el idioma del cuadro, sigue en italiano, consigo poner el consumo instantáneo y lo tengo que quitar, asusta... Poco a poco me voy acostumbrando a las sensaciones y empiezo a disfrutar de la conducción, nos choca un poco el ruido de las cosas en el maletero, lo tenemos todo mal colocado, lo hemos cargado un poco a lo bestia hasta que lleguemos y empecemos a ordenar,
Una pequeña parada en un área de servicio para no perder las buenas costumbres tan rápido y continuamos.
Ya habíamos visitado este camping hacía muchos años, bueno, las calles no están asfaltadas pero parece albero bastante prensado y no levanta polvo y se circula bien, parcelas delimitadas por setos, amplias y bien niveladas, tomas de agua y luz cercanas, a estas alturas creo un grave error no tenerlas en cada parcela. Los servicios están bien, tiene un buen restaurante pero el trato deja mucho que desear, intentamos tapear y la experiencia fue malísima, no nos fuimos por no estropearnos el primer día de auto-caravana, sin embargo el trato en la recepción es buenísimo, muy amables, aceptan tarjeta ACSI por lo que la relación calidad - precio es muy buena. Por cierto, zona de desagüe de AC bueno, amplio, fácil acceso y limpio, hay que ir ampliando zonas de valoración.
Tocó tarde de ordenación de huecos y chismes, lectura de instrucciones y prueba de funcionamiento de todos los dispositivos (centralita, calefacción, agua caliente, aire acondicionado, frigo, convertidor, antena ....), poco a poco vamos cogiendo el hilo.
Al día siguiente recibimos la visita de los suegros para conocer la autocaravana y salimos todos juntos a Matalascañas, previa parada en la Ermita, para pasar el día en la playita y aprovechar para hacer unos kilómetros más e ir cogiendo mejor las medidas y las sensaciones en carretera.
La primera experiencia ha resultado satisfactoria e ilusionante, nos falta mucho por aprender y sobre todo debemos cambiar la forma de pensar, dejar de pensar en caravana y hacerlo en modo autocaravana, creo que como intentemos comparar, a corto plazo vamos a salir perdiendo, son demasiados años y lo tenemos demasiado arraigado, tenemos que darnos tiempo e intentar disfrutar del momento actual sin pensar en el pasado ni hacer comparaciones.
2º día: El Rocio - Matalascañas - Eñl Rocio - Sevilla
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